Día 4: Fortaleciéndonos en el Señor

Versículos:

«Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulación. Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que al principio del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar y recibir, sino vosotros solos; pues aun a Tesalónica me enviasteis una y otra vez para mis necesidades. No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta. Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis, olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios.» – Filipenses 4:13-18 (RVR1960)

Reflexión:

Pablo nos recuerda que en Cristo encontramos la fuerza necesaria para enfrentar cualquier situación. La afirmación «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece» es una declaración de confianza en el poder y la provisión de Dios. No obstante, Pablo también expresa su gratitud a la iglesia de Filipos por su apoyo constante durante sus tribulaciones. La comunidad cristiana es vital para nuestra fortaleza espiritual; nos apoyamos mutuamente y compartimos nuestras cargas.

Este pasaje también destaca la importancia de la generosidad y el apoyo mutuo en la comunidad de fe. La ayuda material que los filipenses proporcionaron a Pablo es vista como un sacrificio agradable a Dios. Nuestra fortaleza en Cristo no solo se manifiesta en nuestra capacidad para soportar las dificultades, sino también en nuestra disposición para apoyar a otros en sus necesidades.

Aplicación:

Reflexiona sobre cómo puedes fortalecer a otros en tu comunidad de fe. ¿Hay alguien que necesita tu apoyo hoy? Considera maneras prácticas de ofrecer ayuda y aliento.

Oración:

Señor, gracias por ser mi fortaleza y por la comunidad de creyentes que me apoyan. Ayúdame a ser un apoyo para otros y a vivir en la fortaleza que solo tú puedes dar. Que pueda ser un instrumento de tu amor y provisión en la vida de los demás. Amén.